viernes, 21 de marzo de 2008


Me descubro ante ti, ante los ojos de aquellos que quieren ver mas allá del sol. Estoy envuelta en la vida, esa que ilumina cada rincón de mi corazón.

Desde siempre busqué intensamente y nunca encontré mas que aquello que necesitaba encontrar para ir creciendo, madurando, experimentando este espacio de luz que es vital, que surge con nuestros pensamientos y que se vislumbra cada vez que vivimos intensamente ese acierto o ese error.

Hoy no busco para encontrar y simplemente abro las puertas de mi vida para que llegue lo que tenga que llegar. Permito la conquista de la vida, la llegada del misterio y el encuentro con el amor.

Muchas veces me he cerrado a la experiencia dejándome envolver por otras miradas, deseando aquello que sigue siendo pasado, de insistir en estar presente cuando la ausencia ha hecho su gala desde hace rato.

Tal vez no sepa mirar a los lados para ver algo mas allá de lo que quiero ver. Tal vez si sepa pero sea mas sencillo no dejarme envolver.

Decidí que pediría al universo y aceptaría eso que he pedido, ya que negarme a su encuentro sería como ocultarme del cielo detrás de un hermoso cristal.

Quiero lo que siempre he querido, ni mas, ni menos. Lo quiero porque lo quiero ¿podría haber alguna razón adicional? Aceptarlo es mi reto y declaro que estoy aquí y ya he llegado a donde quería llegar. Lo acepto sin pensarlo, sólo lo acepto porque es lo que pedí y es mi realidad.